martes, 21 de mayo de 2013

Dime cómo te masturbas, te diré qué disfunción sexual te espera



Soy un tío moderno, así que, por no variar, estoy enganchadísimo a Twitter. Lo tengo en español (la nostalgia me puede a veces), así que la lista de trending topics es también la de España. Ayer al salir del trabajo me lancé a “twittear” como si me fuera la vida en ello, que había tenido un día bastante estresante en la oficina y necesitaba desconectar. Uno de los temas del momento era de los más geniales que he visto últimamente: #modernizaunrefran. A mí siempre me han gustado estas frases populares que todo el mundo se sabe de memoria y que van de padres a hijos sin saber muy bien de dónde han salido. Algunas son la leche, no solo por lo acertado de lo que dicen, sino por la guasa que se gastan. Así que aparqué por un momento mis ralladuras y me puse a buscar algo ingenioso.

Se me ocurrió una de aquellas míticas frases que las chicas  escribían en las carpetas cuando yo estaba ya en la universidad y pescaba en los últimos cursos de instituto. ¿Quién no conoce el “dime con quién andas y si está bueno, me lo mandas”? Pues yo lo hice mío para versionarlo en 140 caracteres. De frase adolescente a refrán popular en cero coma. El resultado fue un “dime cómo te masturbas y te diré qué disfunción sexual te espera”. ¿Suena a amargado? Pues con razón. Ayer dediqué todo mi lunch a leer artículos sobre algo de lo que yo no era muy consciente hasta ahora: las repercusiones de la masturbación en el sexo en pareja. Resulta que dicen que dependiendo de cómo lo hagas, del ritmo y de la cadencia o incluso de la frecuencia con la que le des a tu mejor amigo, así rendirás luego en la cama. Que si estás muy acostumbrado a la velocidad, te costará esperar a la hora de eyacular y que si ella no te da el mismo compás, puede que ni se te ponga dura.

La cuestión es que, como el 99% de los tíos, yo me masturbo. ¿Para qué negarlo, si es algo de lo más común y normal? Y aunque tenga sexo –me refiero a hacerlo con alguien-, me gusta darle también en solitario. Nunca he pensado que haya nada raro en mi forma de masturbarme, pero llegados a este punto ya no lo sé. Tengo que comentárselo a Stephen mañana. A ver qué opina él. A veces me dan ganas de preguntarle si alguna vez pone en práctica todas esas teorías sobre las que despotrica. Tiene pinta de llevar años a pan… y Guinness. 

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