martes, 16 de abril de 2013

He pensado en dejarlo, pero aquí sigo




Reconozco que el terapeuta tenía razón. Después de colgar mi primer post me sentía realmente bien. Como desahogado, libre de un gran peso. Pero vamos, que conforme ha ido pasando el tiempo y la adrenalina de la novedad se ha esfumado, he vuelto a la cruda realidad. He pasado de pensar que la idea del blog es una absoluta chorrada a creerme que con un simple click ya iba a curarme la olla. "Ni tanto ni tan calvo", me ha dicho el psicólogo (eso sí, en su perfecto inglés que suena más a "you must have patience" que a otra cosa). 

El fin de semana es toda una pesadilla para mí. Antes me sentía el rey del mambo y ahora me siento el último mono. Con Anna me va bien, pero no tenemos nada serio. Ni a ella le interesa ni es mi estilo. A mí me va más lo de ser un espíritu libre, relaciones abiertas, amigos con derecho a roce. Soy un caradura, pero uno en condiciones. Yo, por lo menos, las mimo y las trato como se merecen. Pero al grano: desde que soy consciente de que no siempre puedo funcionar en la cama, me corto mucho más. Supuse que sería más fácil si me centraba en la italiana y dejaba de tener rollos esporádicos durante una temporada. Últimamente quedamos el sábado o el domingo en su piso compartido o en mi loft. No soy un tío romántico, aunque sé cómo currármelo para camelarlas. Así que bajo las luces, conecto el hilo musical con algo clásico tipo Marvin Gaye o un poco más moderno (me pone escuchar a Sade, por ejemplo) y le sirvo una copa. Tengo un sexto sentido para adivinar cuándo está a punto. El problema es que me cuesta llevar la iniciativa. No puedo sacarme de la cabeza que no se me va a aguantar la erección

La cuestión es que he probado a masturbarme y ahí todo va como la seda. A mi ritmo, acelerándolo y ralentizándolo, voy notando cómo la cosa marcha. Y sí, se me pone tiesa. Ahora que me paso el día buscando información sobre la impotencia en Internet he encontrado algunas teorías que me acongojan (por no decir otra cosa). Un tío decía que los hábitos de masturbación pueden provocar disfunciones sexuales. Espero que no, pero ya no estoy tan seguro. ¿Por qué funciono a solas y tengo problemas para hacerlo con una mujer? El terapeuta dice que sufro un bloqueo emocional. Todo suena tan técnico y sencillo... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario