Con el calor que está haciendo en las últimas en Londres, parece increíble pensar en irse a disfrutar del verano a otra parte. Creo que desde que vivo aquí (y ya van unos cuantos años) no he visto un tiempo tan cojonudo en esta época. Normalmente es mucho más variable, con una mezcla rara entre temperaturas suaves, nieblas, tormentas, lluvias repentinas, etc. A estas alturas estoy más que acostumbrado y, aunque suene de lo más quisquilloso, este calor sofocante me está cansando ya un poco. Si estuviera en España estaría encantado, pero es que esto en Londres no es normal. Lo que más odio es el bochorno con esa sensación de humedad en el ambiente que casi te deja sin aliento.
Pero esta tarde le diré hasta luego por unos días, a ver si a la vuelta no nos encontramos tampoco con un panorama radicalmente distinto (que no llegue el invierno de repente, ni nada por el estilo). Sí, hoy nos marchamos a Marrakech, después de semanas planeándolo. Salimos a las 14: 55 de Gatwick y llegaremos a Menara a las 17: 35. Así en abstracto suena a un tute impresionante, pero no es para tanto. Entre el desfase horario y que no viajaré solo, será más llevadero. Ya tengo la maleta lista desde ayer por la noche, así que esta mañana estoy en casa de relax hasta la hora de irme a la estación. He quedado con Anna en Victoria Station a las 11. Cogemos el tren a Brighton y en menos de una hora estamos ya en Gatwick. Me parece una estafa lo que cuesta para el trayecto que es, pero bueno.
Cada vez que hablo de esta escapada a Marrakech se me pinta una sonrisa de subnormal que no me pega nada. Lo sé, pero es que no puedo evitarlo. Me choca notarme tan ilusionado, pero tengo ganas ya de llegar y disfrutar con Anna de estos días lejos de Londres. No habrá impotencia que me pare. Puede que cuatro días no sean suficientes para descubrir todo lo que un lugar como Marrakech seguro que tiene que ofrecer, pero los exprimiremos lo mejor que podamos. He estado echando un vistazo a webs de viajes y me he montado una especie de planning. Anna me deja hacer, como si fuese un niño con sus juguetes. La Medina es un must see, eso por descontado. Y luego quiero ir a pasear por las murallas, visitar el Jardín Majorelle y darme una vuelta por los mercados. Lo peor es que, como no somos musulmanes, lo de entrar en las mezquitas… como que no. Os tendré informados.
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